He sido un seguidor de Ben Harper desde que lo escuché por primera vez, allá en 1997 cuando estudiaba en EEUU. Ya para esa época, Ben Harper era uno de los artistas favoritos de las radios universitarias.Sus primeros discos estaban más concentrados en el lado folk, acústico y blusero de Harper. Recién en 1997 con el álbum The Will to Live el tipo decide explorar su lado rockero alternativo y ahí se ganó mi respeto y admiración. Es que cuando Ben Harper quiere hacer rock lo hace a la perfección. Es una versión indie de Lenny Kravitz antes de hacerse modelito de GQ.
Sin embargo, los últimos 3 álbumes de Ben Harper han sido más orientados a su lado folk y soul. Y para mí es como tener un Ferrari y no pasar de 60 km por hora. Escucharlo a Ben Harper con una sobredosis de Valium y Ativan no era del todo agradable.
Cuando anunciaron que Harper iba a tocar en el ACL 2009 tuve sentimientos encontrados. Por un lado estaba feliz de poder escucharlo en vivo; pero por otro lado tenía el temor que su setlist sea 100% folk, o sea 100% aburrido. Tengo que reconocer que mis oidos toleran solo una modesta cantidad de folk. Mi preocupación no era infundada, ya que el último álbum que había escuchado (Lifeline) es un soporífero compendio de soul-folk acústico.
Todas mis preocupaciones terminaron cuando escuché que Harper había formado una nueva banda de rock-blues llamada Ben Harper and Relentless7. Su nuevo álbum salió al mercado hace pocas semanas y es la prueba fehaciente de que el rock clásico no morirá jamás. Tiene un sonido blusero, fuerte, sólido y convincente. Es como debería de sonar una banda. Después de escuchar este álbum estoy seguro que Harper será uno de mis “highlights” en ACL 2009.
No se lo pierdan y súbanle el volumen que este álbum merece muchos decibeles.
Ben Harper and the Relentless7 / White Lies for Dark Times
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